La Almeja Radioactiva

Sonia, (por poner un nombre)era amiga de una amiga en común que había venido en sus vacaciones para hacerle una visita.
Era bajita,con el pelo moreno y largo y muy simpática.
Tras unas cuantas cervezas,ella se fue directamente al baño y yo cinco minutos después me puse en la puerta del mismo a esperar que saliera.
Mi sorpresa fue,que estando allí me abrió la puerta y me dijo:
-"Pasa,pasa,¡entra mujer!¡si somos mujeres!¡si todas tenemos lo mismo!"
Pero Sonia,no tenía lo mismo que todas las mujeres,o por lo menos no lo había visto yo.
Y no,no penséis que tenía pito.
Era un clítoris enorme que colgaba entre sus piernas.
Esta servidora sí que se quedó pensando un buen rato en ello,y,más que nada en para donde se colocaría tal cacharro,si a la izquierda o a la derecha.