miércoles, 26 de enero de 2011

Pueden Opinar

No sé donde se conocieron.No sé sus nombres.
Sólo sé que ella comía tarta a diestro y siniestro en una barbacoa.
No me pregunteis qué hacía comiendo tarta antes de comerse el chuletón.
¿Quién la invitó?tampoco lo sé.
Comía y comía tarta.
Pasé a su lado para sentarme en una silla cuando me dijo:¡qué hambre tengo!
Me quedé un poco embobada pues tenía el bigote todo lleno de nata.No supe si reirme de ella o decirle lo que le ocurría,pero opté por la primera opción,y me senté en la silla,tranquilamente,mirando como comía.
La última vez que la ví,estaba más delgada,y ahora había ensanchado demasiado,pero ante el temor de meter la pata (quién no ha preguntado eso de cuánto tiempo estás y ha recibido un "no estoy embarazada")solo le pregunté, "¿qué?¿hay hambre no?" y ella me soltó entre trozo y trozo:"Es que he tenido una obstrucción instentinal,por eso tengo la barriga así de gorda,el médico no sabía lo que tenía y me he llevado mucho tiempo sin comer".

Una semana más tarde me enteré que había sido madre de gemelas y que ella "no sabía nada y aún no salía de su asombro".

Si no me creí la historia de aquel hombre que me aseguraba que las mujeres teníamos espermatozoides...ésta tampoco va a colar...

miércoles, 12 de enero de 2011

Miércoles Insólito (dedicado)




Dedicado a Alma Mater.