El Potorro De Caramelo

Jordi iba paseando con su perrita por el parque como cada día.Tiene 60 años y aunque han pasado muchas mujeres por su vida nunca ha llegado a casarse.Su vista está casi perdida desde hace años y sólo ve con un ojo,así que su perrita es la que siempre me encuentra cuando nos cruzamos por el parque.
Lo vi paseando como siempre,a paso enérgico, y a medida que iba acercándose, pude contemplar que un hematoma y un chichón decoraban su cabeza.
-¡Pero Jordi!¿qué te ha pasado?
-¡No me hables!¡ no me hables!-me dijo enfurecido
-¿Has ido al médico a que te vean eso?
-¡Del color del caramelo!¡caramelo!-soltó y totalmente alterado,excitado,nervioso e incluso histérico me contó lo ocurrido:
-Venía yo como siempre en coche para acá ¡como siempre!y me encuentro un coche parado en mitad de la carretera,miré y vi tres tías con unos cuerpos impresionantes,dos de ellas de pie y otra agachada en el suelo,claro,yo fui despacito porque creí que había pasado algo,pero cuando las vi,que anda que no estaban buenas ni ná y con esos escotes ¡con las tetas casi fuera!¡me iba a dar algo! y cuando miro la que estaba agachada estaba meando...¡allí mismo!claro yo me acerqué para ver si pillaba algo,estaban riéndose y pensé que iba a ligármelas,me acerqué más despacio y la que estaba meando tenía un potorro grande y gordo y un culo ¡un culo color caramelo!¡no hace años que no me como un culo color caramelo!y claro me puse como un burro,y me dije¡pues vamos al lío,si están aquí en medio enseñando el potorro es que tengo posibilidades!¡qué aún tengo los espermas jóvenes!!¡Jóvenes!

Con lo que no contaba Jordi,es que dentro del coche, había otra mujer,de 1.80 de estatura y brazos a lo Schwarznegger,que al salir del coche lo embistió como un toro, y que sin saber cómo ni de dónde lo cogió,le lanzó un ladrillo que aporreó su cabeza.
-¡Coño Jordi y eso que estás medio ciego!-le dije tocando su herida.
-Eso era muy grande S.,muy grande... ¡Cómo para no verlo!
-Me temo que no te estás refiriendo a la tora del coche...