Los Gordos También Lloran

Gregorio,para la boda de sus tres hijos,se ha puesto el mismo esmoquin con el que se casó,hace ya cuarenta años.
Para entrar en el traje,Gregorio,se somete a una exhaustiva dieta antes de la boda,y ahora que su último y cuarto hijo ha decidido casarse,se ha puesto manos a la obra.
Así que Gregorio fue a su nutricionista habitual, que viéndolo venir se echó las manos a la cabeza,y le hizo saber que debía perder al menos cincuenta kilos.Con su dieta basada en cinco comidas al día y un líquido de algas que lo hacían orinar cada cinco minutos,no consiguió perder ni un gramo.Achacándolo a que "con los años cuesta más perder los kilos",buscó otro nutricionista del que según le había contado la gente "te ponía delgado como un fideo en dos días".El nutricionista,lo puso a dieta de gambas y lechuga,pero a Gregorio no le resultó, porque picaba entre horas mortadela con aceitunas,ya que las gambas tenían poca carne que comer.
Buscó un homeópata del que le hablaron también la gente,para averiguar si alguna comida era la que le hacía engordar.El homeópata,aparte de agujerearle las orejas con acupuntura para quitarle la ansiedad,le dijo que los alimentos que le engordaban ,además de todos los prohibidos, eran las gambas y la lechuga.
Como tampoco conseguía perder peso,buscó un endocrino,que le insinuó hacerse cirugía estética,pero como Gregorio no consentía,le indicó que hiciera ejercicio,tomara mucha agua y que comiera de todo,sin grasas,pero un cazo en un plato pequeño.
Viendo que no llegaba delgado a la boda de su hijo,finalmente se puso un balón intragástrico con el que perdió mucho peso.Hubo que arreglar un poco los botones y ajustar el esmoquin pero lo consiguió.
Tras cinco meses después de la boda y mientras se zampaba tres cocidos después de gastarse el dinero en el balón,me encontré a Gregorio en la barra de un bar.
-Sólo te digo una cosa S.:¡Menos mal que no tengo mas hijos que casar!.


Por si queréis hacer ejercicio,os doy una idea